lunes, 2 de mayo de 2016

Museo Lázaro Galdiano

José Lázaro Galdiano, editor, bibliófilo y coleccionista de arte, además de hombre de negocios, dispuso, junto con su esposa, Paula Florido, de una inmensa fortuna. Al fallecer en 1947 cedió todos sus bienes al Estado, creándose la Fundación que lleva sus apellidos. En 1951 se abrió al público el museo que custodia sus colecciones. Es una de las figuras más llamativas dentro del coleccionismo español de finales del siglo XIX y primeras décadas del XX.

El Salvador Adolescente,
Anónimo Lombardo, siglos XV-XVI
La necesidad de ampliar el conocimiento de los españoles, por una parte, y de presentar adecuadamente en el extranjero el legado cultural de España, por otra marcaron la trayectoria personal y profesional de Lázaro. Con respecto a su coleccionismo destino una importante cantidad de dinero el cual se incrementó al casarse en 1903 con Paula, viuda y propietaria de una gran fortuna. Su colección ya era conocida y estimada en 1899, año en el que Ruben Darío admiró en casa de Lázaro, la pintura atribuida a Leonardo da Vinci, El Salvador Adolescente, de la cual escribió en uno de sus artículos "me gusta más todavía este retrato enigmático que el mismo sublime retrato de la Monna Lisa"; hoy en día atribuido a un discípulo lombardo cercano de Leonardo, Boltrafio. A su muerte serán más de 12.600 las piezas que la conforman, es cierto que algunas de las piezas compradas por Lázaro como objetos auténticos han resultado ser hábiles copias o imitaciones, aunque esto no quita valor a la colección.

Retrato de fray Luis de León en el Libro de Retratos de
 Francisco Pacheco. Manuscrito. 1599-1644. 
Dentro de su colección, hay que destacar sus pinturas, en la que destacan el grupo de los primitivos españoles y flamencos siendo uno de los conjuntos más importantes de España o el que engloba a Goya, por el que mostró una gran admiración que le llevó a adquirir tanto lienzos como dibujos, obra gráfica y cinco cartas autógrafas; y su biblioteca, sabiendo elegir ejemplares raros, bellos e interesantes, conservando con cuidado libros y encuadernaciones que después dispuso al alcance de estudiosos e investigadores. Adquirió verdaderas obras maestras como la Biblia Políglota de Cisneros o piezas tan singulares como el Libro de Retratos de Pacheco. Aparte de la colección madrileña, Lázaro formó otras dos en París y Nueva York.
Parque Florido desde la esquina de la calle Serrano y López de Hoyos (1925)
A su muerte, se escogió la vivienda familiar ubicada en la calle Serrano de Madrid, el "Parque Florido" como museo. Tres de las cuatro plantas del edificio fueron entonces radicalmente modificadas para conferirles una ordenación propiamente museal, conservando la rica decoración de la planta noble y de algunas de las estancias del segundo y tercer piso. En las diferentes plantas se entremezclan piezas arqueológicas con pintura y artes suntuarias, rompiendo la clásica división habitual en los museos, a la par que se anuncian los diversos contenidos de la colección.

Desde mi punto de vista uno de los museos que Madrid te da la oportunidad de conocer, y que mucha gente se pierda en el camino. Para mí un gran descubrimiento.

Os dejo un link para que veáis algunas de las obras que compró en Nueva York: https://www.youtube.com/watch?v=HAexLvs8Ft8

Bibliografía.

Guía breve del Museo Lázaro Galdiano, Fundación Lázaro Galdiano, Madrid, 2010.
Obras maestras de la Colección Lázaro Galdiano, Fundación Lázaro Galdiano, 2002.

Marta de Juan Martín.

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