jueves, 5 de mayo de 2016

El Museo Cerralbo

Don Enrique de Aguilera y Gamboa, desde el fallecimiento de su padre, heredó el título de Conde de Villalobos, y a su vez el de Marqués de Cerralbo y de Almarza. Fue el sucesor de una gran línea genealógica, los Pacheco, y fue el XVII Marqués de Cerralbo. Nació el 8 de julio de 1845, y estudió Filosofía y Letras en la Universidad Central, también realizó algunos trabajos para revistas literarias y tuvo contacto con artistas, escritores e intelectuales de su época. Por otra parte, tenía interés en el coleccionismo, en el Arte, la Arqueología y la Historia.

Don Enrique de Aguilera y Gamboa
Estuvo al cargo de la jefatura del Partido Tradicionalista durante muchos años, lo que le permitió obtener el nombramiento de mayordomo mayor de su Casa y la concesión del Toisón, un collar de la Orden del Espíritu Santo y Gran Cruz de Carlos III.  A partir del abandono de dicho cargo en 1898, se dedicó al estudio de la Historia y la Arqueología.

En sus últimos años de vida contribuyó al conocimiento del arte prehistórico español, excavó la ciudad íbero-romana de Arcóbriga, la necrópolis ibérica de Aguilar de Anguita, el yacimiento de Torralba y otros lugares situados en Soria, Guadalajara y Zaragoza. Viajó por España, Europa y parte de Asia, viendo museos, galerías y exposiciones, y a su vez, adquiría muchas obras de arte para su propia colección.

El 27 de agosto de 1922, el Marqués fallecía dejando parte de sus colecciones al Museo Arqueológico, al Museo de Ciencias Naturales de Madrid y legando su casa-palacio con un gran fondo artístico.

Palacio-Museo Cerralbo
Respecto al Museo Cerralbo, se empezó con la iniciativa de los propios marqueses en 1886, con la idea de albergar sus diferentes colecciones de arte. El edificio fue construido por el arquitecto Luis María Caballero y Lapiedra, mientras que las pinturas que decoraban el techo del salón más importante fueron realizadas por Máximo Juderías Caballero entre 1891 y 1892.  Tras la muerte del Marqués en 1922, dejó por escrito en su testamento el deseo de la fundación de un Museo en Madrid, que debía llevar su nombre y establecerse en su propio hogar. En 1924, el Estado español aceptó su legado y llevo a cabo su testamento. El primer director del Museo, sería Juan Cabré Aguiló (1882-1947), quien abrió el Museo al público.

Durante la Guerra Civil, el centro tuvo que suspender sus actividades, y parte del edificio fue dañado, desaparecieron algunos cuadros, numerosas porcelanas, espejos de Venecia y otros objetos. Tras la finalización de la guerra, el Ministerio de Educación promovió la restauración del edificio y del legado artístico. En marzo de 1944, se volvió a abrir el Museo al público. Pero ante la falta de espacio, se gestionó la compra de la planta baja, jardín y sótanos de dicho palacio, pudiendo así ampliar en 1947 el edificio.

Escaleras Museo Cerralbo
El Museo Cerralbo posee varios espacios de gran interés, empezando por la escalera monumental con una balaustrada de hierro, forjado a mano, del estilo Luis XV, mismo estilo que la lámpara de bronce dorado que cuelga del techo. Podemos observar también diversos cuadros y bustos en mármol de emperadores romanos, personajes anónimos del siglo XVIII y figuras de tamaño natural.  

Otros espacios eran, por ejemplo: la galería religiosa, donde destaca San Juan Evangelista, del taller del Greco; la sacristía, con obras de Ribalta y Antonio del Castillo entre otros objetos de arte; la capilla; el salón rojo, despacho de verano del Marqués, con paredes y sillería pintadas de dicho color; el salón amarillo, con sillería del color que da nombre a dicha sala, que conserva el papel antiguo original en sus paredes; la saleta rosa, con paredes también de dicho color y con papel de pared que reproduce el original; varias estancias como dormitorios, corredores y pasillos contienen una gran variedad de obras artísticas.

Diana cazadora, escultura romana
procedente de Clunia
En el piso principal del Museo nos encontramos con distintos espacios también: la armería, que consta de tres salas donde se guarda una gran colección de armas y armaduras europeas y objetos de procedencia oriental; el salón de ídolos, con numerosas figurillas mitológicas o votivas y pequeñas esculturas antiguas (romanas, griegas, etruscas o egipcias); la sala de porcelanas, aunque muchas de ellas se encuentran repartidas por todo el palacio; el salón del billar, donde a parte de la mesa de billar de estilo Luis XIV, se encuentra una valiosa colección de retratos;  el despacho-biblioteca, donde destaca su gran colección de alrededor 8.000 volúmenes tratando temas de Historia, Viajes, Arte y Arqueología; y el salón de baile, adornado con mármoles, espejos, lámparas venecianas y de La Granja, y donde destacan las pinturas en la bóveda ya mencionadas.

Despacho-biblioteca Museo Cerralbo



En conclusión, el Marqués creó gracias a su colección un museo con gran diversidad de obras de artes, siendo de interés para cualquiera, siendo cuales sean las preferencias artísticas y sorprendiéndote con muchos objetos que quizás no esperas encontrar.







Mónica Requejo, 05 de Mayo de 2016




Fuentes:
SANZ-PASTOR, C. y PIÉROLA, F. de, Museo Cerralbo. Madrid: Dirección General de Bellas Artes, 1969.



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